Tras la triste noticia del fallecimiento del Dr. Adolfo Castro Luna, conocido como Tato, desde la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias queremos realizar un reconocimiento a su larga trayectoria en nuestra Universidad.
Egresó como Licenciado en Química de la Facultad de Ciencias Físico-Químico- Matemáticas perteneciente a la Universidad Nacional de Cuyo en la ciudad de San Luis. Se Doctoró en Química en la Facultad de Química Bioquímica y Farmacia en Universidad Nacional de San Luis en 1976.
Trabajó bajo la dirección del Dr. Juan Rivarola y posteriormente vino a trabajar a Villa Mercedes, en la FICES, donde inició sus actividades a partir del año 1977 cuando la FICES recién estaba en su inicio. Junto a la Dra. Marta Ponzi y otros docentes, le dieron inicio a la carrera de Ingeniería Química, siendo parte de todo lo logrado hasta este momento dentro de la Facultad.
Realizó un Postdoctorado con una Beca Externa Postdoctoral, otorgada por CONICET en el Laboratorium voor Petrochemische Techniek, R.U.G., Gante (Bélgica) desde 1983 a 1985, luego su experiencia y formación la trasladó a la FICES para la formación de los estudiantes desde aquellos años.
Participó en la creación de las primeras líneas de Investigación y en la creación de líneas de trabajo en el campo de la catálisis logrando la compra de equipos importantes que hoy se ven en la formación y trayectoria de tantos egresados prestigiosos que tiene nuestra Facultad.
También, tuvo una participación activa en actividades de gestión, entre algunas de ellas, integrando el Consejo Superior de la Universidad Nacional de San Luis y el Consejo Directivo de la FICES en distintas etapas de su actividad académica.
Hacemos este reconocimiento, por el legado que dejó a esta Facultad, no solo reconociendo su trayectoria, sino también el aporte a la formación de los estudiantes, tanto en lo académico como en su formación personal.
Además, queremos compartir con la comunidad de la FICA un mensaje de reconocimiento que hemos recibido del Dr. Miguel Laborde.
Estimados colegas de Villa Mercedes:
Me acaban de dar la triste noticia del fallecimiento del querido Tato. Tal vez por razones temáticas (ambos trabajamos sobre la producción de H2 a partir del gas natural) pero seguramente por esa sintonía que se genera cuando dos personas se conocen, el Tato y yo nos hemos encontrado innumerables ocasiones en congresos nacionales e internacionales, en concursos docentes, en tesis doctorales. Habíamos logrado establecer una cooperación entre ambos grupos de manera natural y sin necesidad de ningún convenio formal. Y funcionó bien.
El gran mérito del Tato fue introducir, junto con Marta Ponzi, la investigación científica en el interior de la provincia de San Luis, lo cual, dado el centralismo porteño del que adolece nuestro CONICET, no fue para nada sencillo.
En la personalidad del Tato sobresalían la sensatez y el sentido común. Tal vez por eso nos llevábamos tan bien.
Un fuerte abrazo.
Miguel Laborde.