Universidad Nacional de San Luis
Familiares de víctimas de la dictadura militar fueron recibidos en el Centro Universitario por el Vicerrector, Héctor Flores, la decana de la FCEJS, Roxanna Camiletti, el decano de la FICA, Sergio Ribotta, el director del Departamento de Ciencias Sociales, Esteban Arias, la Secretaria de Extensión de FCEJS, Pamela Bianco y la Subsecretaria de Comunicación, Ceremonial y Protocolo FICA-FCEJS, Ailin Umpierrez, con quienes recorrieron las muestras fotográficas y audiovisuales que se exponen en el campus y forman parte de “Elegimos MEMORIA”.
Luego se realizó la Clase Abierta, organizada por docentes de las asignaturas “Sociología” (LTS); “Sociología de la Salud” (AT), “Sociología” (CPN-LA), “Antropología Social y Cultural” (LTS); “Antropología Social y Cultural de la Salud” (AT); “Estructura Social Argentina” (LTS) y el “Arte como Herramienta Terapéutica (AT)”. En dicha actividad participaron, los familiares de detenidos-desaparecidos: Alejandra Dixon, Guillermo Dixon, José Canfaila, Alberto Perez y Cristina Landaburu.
Mantener viva la memoria
“Muchos de los desaparecidos luchaban para que no se implemente el proyecto económico que ahora se pretende implantar”. La frase fue una parte del mensaje de Alejandra Dixon, hermana de Valeria Dixon desaparecida por la dictadura, durante la clase abierta del ciclo Elegimos Memoria, que organizó el Centro Universitario Villa Mercedes.
Valeria Dixon, familia oriunda de Villa Mercedes, estaba casada y estudiaba Filosofía cuando la detuvieron en Buenos Aires junto con su esposo, Esteban Galat, quien era estudiante de Agronomía. Alejandra, su hermana, vino a Villa Mercedes para participar de la clase abierta “Memorias de Luces y Sombras: Construyendo Trincheras desde las Ciencias Sociales y el Arte”, y reflexionar junto con estudiantes, docentes y público sobre la necesidad de mantener viva la memoria “porque no es algo del pasado, es algo que ocurre en el presente y que influye en el futuro”.
La familia Dixon tiene también a otra joven víctima de la dictadura: Patricia Dixon -prima de Valeria-, secuestrada-desaparecida el 5 de septiembre de 1977, a los 24 años, en Buenos Aires. Junto con Valeria, visitó el Centro Universitario Guillermo Dixon, hermano de Alejandra.
Otros familiares respondieron a la invitación del Centro Universitario y participaron del encuentro. Entre ellos, José “Pepe” Canfaila, hermano de Luis Canfaila, joven villamercedino secuestrado a fines de 1975 (tenía 23 años cuando fue detenido en Córdoba). “Vine porque me parece importante mantener la memoria en un momento tan delicado, porque hay una intención de manipular la historia. Y a estos chicos que están dando sus primeros pasos en la universidad, si no conocen la historia no podrán pensar el futuro”, señaló.
La memoria, el contexto
Para Canfaila mantener la memoria no alcanza. El contexto actual exige más: “hay que hacer una ratificación de hechos y aclarar que se está intentando fomentar la desinformación…, hay que hablar de lo que se ha estado haciendo desde hace más de 40 años, de toda la resistencia que hemos tenido que hacer para avanzar en cada uno de los casos…”.
“La mayoría de los familiares de desaparecidos no hemos tenido la suerte de reencontrarnos ni siquiera con los restos de nuestros seres queridos. Tenemos que suponer que están fallecidos, es decir, es un crimen permanente la desaparición de personas, justamente por eso, no hay un luto”, remarcó.
Canfaila cuestionó duramente el video “oficial” que difunde el gobierno nacional sobre lo sucedido en la dictadura. “Es absolutamente nefasto. Dice que es importante decir la verdad completa y que no ha sido condenada una parte de la sociedad y la otra injustamente condenada”.
Responde que, cuando vuelve la democracia, “lo que primero que se hace es la conformación de una La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que es un trabajo para la investigación masiva de todos los casos de desaparición que pudieron ser registrados”.
“Tanto miembros de las Fuerzas Armadas como los de las distintas organizaciones revolucionarias fueron condenados. Lo que no se cuenta es que después forzaron la situación del punto final y obediencia debida, y los liberaron. Entonces no están condenando la liberación, porque la hizo un ‘prócer’ para ellos, que fue Menem. Para nosotros fue una puñalada en la espalda”, añadió.
“Pero más allá de entrar en la discusión de la teoría de los dos demonios, justificar como que fue una guerra cuando lo que se está planteando es negar el terrorismo de estado, eso es lo absolutamente nefasto”, remarcó.
Hubo un plan sistemático de tortura y exterminio
Alejandra Dixon habló con Radio de la UNSL en Villa Mercedes sobre lo ocurrido durante la dictadura: “Se probó que hubo un plan sistemático de tortura y exterminio. Y hay condenados por delito de lesa humanidad, lo que quiere decir delitos que ofenden a la humanidad y por eso son imprescriptibles y no indultables”.
Lo mismo refrendó durante su mensaje en la clase abierta, porque consideró importante reflexionar acerca de la memoria y cómo influye en el futuro. “Porque los Derechos Humanos no es solo lo que pasó en los ‘70 y el trabajo de los familiares, los organismos de DDHH, las madres y las abuelas. La dictadura ocurrió porque se pretendía instalar un sistema económico excluyente, para unos pocos. Los militares eran el brazo armado de un proyecto económico”.
Sobre su visión de la situación actual, también es concluyente: “En este momento vemos lamentablemente que hay muchas cosas en común con aquel proyecto económico. No utilizando a los militares, pero sí al poder judicial, sí a los medios de comunicación”. Por eso, entiende que es mucho más importante “el ejercicio de la memoria, sentir que esos derechos no se agotan con aquellos derechos, son todos los derechos a la educación pública, a la alimentación, a la salud…, como también el derecho a saber qué pasó”.
Guillermo Dixon, por su parte, agradeció la invitación del Centro Universitario y la convocatoria a participar de la actividad “para transmitir a los chicos ese proceso oscuro” porque considera que los familiares, especialmente, “somos como el anticuerpo ante el ataque a la memoria”.
Nota: José Luis Baigorria – Radio UNSL Villa Mercedes
